Nicole Carolina Espinosa Proaño se graduó el pasado 15 de febrero de la carrera de Jurisprudencia de la Universidad San Francisco de Quito. Durante la ceremonia de graduación (la más grande de la historia de la USFQ), Nicole ofreció un emotivo discurso sobre la libertad y el individuo que conmovió a los asistentes.
"Las
personas que me conocen, saben que soy, por definición, capitalista declarada,
con ello quiero decir que valoro profundamente al individuo y a la
meritocracia, que creo firmemente que no nacimos ni estamos condenados a
padecer ninguna suerte, sino que somos un producto constante de las decisiones
que tomamos y de nuestras acciones. Estoy convencida de que al final del día,
una decisión no nos define, por el contrario, nos permite reinventarnos,
crecer, ser mejores y lograr cosas con las que apenas habíamos soñado. Es por
ello que discrepo de los movimientos sociales que definen y condicionan a las
personas en virtud de sus características físicas, genéticas, biológicas o de
otra índole similar. Yo creo en la vida, en la libertad y en la propiedad privada.
[Estoy convencida de que para todo lo demás existe mastercard]
Debemos
perder el miedo a explotar nuestra individualidad, pues es esta cualidad, tan
única y singular, la que nos diferencia del resto de seres y nos da carta libre
para escoger quién ser y trabajar en esa dirección. Un gran maestro de esta
universidad, al que admiro enormemente, solía repetir en sus clases que “el
futuro es un por hacer”. Pues mi deseo para todos nosotros es que
entendamos el valor de esas palabras y sepamos materializarlas en nuestro día a
día.
-que
tengamos la valentía y el coraje para perseguir nuestros sueños;
-que
vivamos una vida fiel a nuestros principios e ideales;
-que no
callemos las verdades solo porque resultan inconvenientes;
-que
encontremos la fortaleza para hacer lo correcto, incluso cuando el camino sea
difícil;
-que
pongamos en práctica el valor de la solidaridad y la cooperación; y,
-que
sepamos tomar las críticas de quién vienen, sin permitir que nos definan ni nos
moldeen;
-pero,
más importante, que llegado el momento, podamos mirarnos al espejo y estemos
felices con el camino que hemos recorrido y el individuo que hemos escogido
ser.
A partir
de ahora, todas estas decisiones nos pertenecen. Espero que en adelante, cada
uno de nosotros ame su individualidad con la suficiente pasión y devoción, para
que jamás deje ni espere que alguien más viva por uno mismo; que tengamos la
absoluta certeza de que nuestra felicidad y bienestar no depende del actuar o
voluntad de alguien ajeno a nosotros mismos; y que nuestros miedos o
comodidades, jamás le pongan un precio a nuestra libertad.
Ayn Rand,
una vez dijo: “Juro por mi vida y por mi amor a ella que nunca viviré por
el bien de otro hombre, ni le pediré a otro hombre que viva por el mío”.
Espero
que todos los días de nuestra vida, cada uno de nosotros, viva fiel a ese
juramento.
Muchas
gracias"
Nicole Carolina Espinosa Proaño
Graduada de Jurisprudencia USFQ
Febrero 2020


Publicar un comentario