20/2/18

Finale Graduación por Santiago Gangotena


Finale Graduación Santiago Gangotena (17 de Febrero 2018)

"Estamos aquí gracias a 126 jóvenes que decidieron un lunes 1ro de septiembre de 1988 ingresar a una casita en la 12 de Octubre y Salazar para recibir clases a nivel universitario de unos 15 profesores cuyos títulos de estudio en su mayoría, no eran reconocidos por el gobierno en un proyecto denominado Universidad San Francisco de Quito.


El naciente sueño de hacer la primera universidad privada del Ecuador no tenía ni secretaria y nos quedaban unos 5200 sucres en el banco, unos 25 dólares. Fausto Pasmay, profesor de computación, tenía la única oficina privada, el closet de ropa blanca del segundo piso de la casa.

8 años más tarde, 1995, ya en este campus, cuando teníamos 35 convenios con las mejores universidades de los Estados Unidos, el gobierno nos reconoce como el patito feo del sistema universitario, a pesar de que aquí estudiaban los hijos del presidente, vicepresidente y congresistas, inclusive del MPD, activo enemigo de la educación privada. Se había creado la primera universidad de Artes Liberales del Ecuador.

Hoy, 29 años más tarde no podríamos realizar éste, el más grande emprendimiento en el Ecuador, que cambió el mercado educativo y laboral e introdujo a los ecuatorianos en una visión internacional e integradora con el mundo.

Para explicarles los principios que guiaron a esta ahora realidad les cuento esta historia.

Un día oí a mi mamá gritar con disgusto: ¿quién botó el jarrón? y la respuesta de uno de nosotros, los niños, fue: ¡No sé! ¡Se cayó!

Era como si solito el jarrón llegó al filo de la mesa y se dejó caer al suelo rompiéndose en mil pedazos.

El estrépito del recuerdo me hace pensar en la energía que se puso en la producción del jarrón: la creatividad, el arte, los colores y las formas; la arena traída de sitios lejanos, para producir, para crear esa idea de un jarrón; el transporte del material a la fábrica, la misma instalación de la fábrica; el lugar donde exhibirle, para la presentación y luego el empaque (otra fábrica) para que el jarrón salga de la tienda, sin olvidarnos de los miles de problemas legales creados por los pelucones entronados en los diferentes gobiernos para que al fin alguien como mi madre se enamore del jarrón, pague con dinero producido en otra fábrica y finalmente tome un carro que le lleve a mi mamá y al jarrón a la casa.
Me imagino las disquisiciones que ella tendría sobre donde luciría mejor, ese individuo solitario y único, denominado el jarrón.

El conjunto de ideas, personas y acciones involucradas para que mamá y toda la familia goce al admirar esa simple pieza única y bella es pues enormemente variado y extremadamente complejo.

Toda la creatividad, tiempo y esfuerzo de tantas personas plasmados en ese jarrón llegaron a su fin con la estrepitosa caída en menos de un segundo.

Pero no pensemos en un jarrón sino en un individuo, en ustedes graduandos, igualmente individuos únicos, cada uno de ustedes.

Es mucho más fácil darse cuenta de todo el tiempo, desde su nacimiento hasta hoy día aquí, de todo el esfuerzo hasta este momento para llegar a ser lo que son y de todas las personas que les moldearon.

Ciertamente debemos decir, de igual manera, sobre la creatividad, tiempo y esfuerzo de todos los que estamos en este salón.

Pero toda la creatividad, tiempo y esfuerzo plasmados en nuestro cuerpo y mente que pueden desaparecer en menos de un segundo a igual que el jarrón.

Pero hay más dimensiones en el caso de las personas. Toda la creatividad, tiempo y esfuerzo pueden desaparecer antes de que desaparezca nuestra vida. Pues somos más frágiles que el frágil jarrón.

Fragilidad que es aprovechada por los que tienen el poder. Antes de que desaparezcamos de la vida, los poderosos pueden hacer y lo han hecho y lo hacen que ese tiempo, creatividad y esfuerzo sean inconsecuentes, si nos quitan la libertad. Sin libertad no tiene sentido el presente, el pasado se ve como un desperdicio y el futuro, la esperanza de ser, se desvanece.

Sin libertad ya no hay razón de ser. Ya no soy yo, sino soy un muñeco de mis captores. Mi vida ya no es mi vida.

Su felicidad, el amor, su familia aquí presente, la música, la ciencia, la tecnología y el arte que aquí aprendieron no tienen sentido.

La individualidad y la belleza del jarrón, como de la persona, son de frágil existencia. Pero hay algo más involucrado en esas dos creaciones que pueden desaparecer en menos de un segundo.

Las dos creaciones nacieron de un sentido de bondad. La bondad de hacer y la de dejar ser y también de la búsqueda de la belleza expresada de forma diferente por cada individuo al hacer el jarrón y por expresión de bondad y búsqueda de belleza plasmada en ustedes por sus padres aquí presentes.

La bondad que tan fácilmente se contrapone al miedo de ser y el de hacer. Es extraño que tengamos aversión a la bondad y sea tan fácil la maldad, como romper el jarrón o matar al individuo, o quitarle la libertad. Estos actos son tan simples y fáciles contra la fragilidad de ser. La máxima: “qué fácil es ser malo y cuán difícil ser bueno” la vemos continuamente reflejada en los poderosos.

Dragones del 2017, estas son simples verdades que esperamos se las lleven consigo pues son la razón de la creación y existencia de la Universidad San Francisco: libertad, belleza, bondad y verdad. Y con estas palabras les declaro legalmente graduados.



(Favor sentarse)
Antes de terminar agradecemos al equipo de Registro liderado por el profesor Galo Valencia, a nuestro maestro de ceremonia, el doctor Jorge Gómez, al equipo de Relaciones Universitarias, liderado por Alexandra Polanco y planta física, liderado por Carlos Simba y Silvio León, por la organización de esta ceremonia de inicio a una nueva vida.

Falta agradecer a los padres de familia que pusieron su confianza en nosotros. Favor levantarse y démosles un aplauso.

Y a los profesores que supieron guiarles en estos 4 y más años démosles un aplauso final.

Les invitamos a una recepción en el cuadrángulo de la universidad organizada por el Colegio de Hospitalidad y Gastronomía bajo los acordes de los estudiantes y profesores del Colegio de Música.

(Por favor sentarse)
Sigamos las instrucciones de salida de nuestro Maestro de Ceremonia a los acordes del Gaudeamus Igitur.

Gracias"


Santiago Gangotena, Ph.D.
Canciller y Presidente del Consejo de Regentes
Cancillería
Universidad San Francisco de Quito
http://www.usfq.edu.ec







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