Miguel Molina, USFQ Alumni, obtiene reconocimiento de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)

Carlos Pérez (El Universo), Gabriela Vivanco (La Hora), Miguel Molina Díaz (mención de honor SIP), Francisco Rocha (AEDEP), Pedro Zambrano (El Diario). Foto: Carlos Mantilla, director de El Comercio.

Luis Almagro, sectario general de la Organización de Estados Americanos y Miguel Molina.

En el marco de la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el periodista y columnista ecuatoriano Miguel Molina Díaz fue galardonado con una Mención de Honor en el Premio de Excelencia Periodística 2017, categoría Opinión, de esa organización. La premiación se realizó en una cena de gala del Museo de Historia Natural, en la ciudad de Salt Lake City, capital del Estado de Utah, en los Estados Unidos. El texto galardonado fue su columna “Escribo por Cuba”, publicada en el portal La República, el 19 de agosto de 2017.

Molina Díaz es abogado por la Universidad San Francisco de Quito, con mención en Derechos Humanos y Literatura. Trabaja en la sección política de La Hora, es columnista de La República, y uno de los cronistas de la revista Mundo Diners. Integra el directorio del Observatorio de Derechos y Justicia, organización académica de promoción de los derechos humanos. También es autor de cuentos y de un poemario que saldrá a la luz en noviembre de este año.

El jurado de la SIP justificó la entrega del galardón a Molina Díaz arguyendo: “El autor aborda el tema de la diáspora de seres humanos. Basándose en su experiencia como testigo de una audiencia de habeas corpus de deportados cubanos, despliega sus afilados comentarios y relata el drama humano junto a la solidaridad de los ecuatorianos. Una convincente denuncia del perfil autoritario del gobierno de Rafael Correa y de sus lazos con el castrismo”. La columna galardonada se refiere a la expulsión colectiva de más de un centenar de ciudadanos cubanos por parte del gobierno anterior, sin respetar las reglas del debido proceso ni normas internacionales. Intentaban usar al Ecuador como país de paso para llegar a Estados Unidos y beneficiarse de la extinta política de “pies mojados”, en su huida de la dictadura de Raúl Castro.