“Shuk yuyawan, shuk shuguwan, shuk makiwan” — Con un solo pensamiento, con un solo corazón, con una sola mano.
Así resume Sara Fuentes Maldonado su recorrido desde la comunidad de Ilumán Bajo, en la sierra norte del Ecuador, hasta convertirse en la primera mujer indígena ecuatoriana en ser admitida en la Universidad de Oxford. Su historia, profundamente enraizada en su identidad Kichwa Otavalo, es un testimonio del poder de la educación, la resiliencia y la transformación colectiva.
Graduada con honores de la carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) en 2021, Sara fue recientemente seleccionada como becaria Chevening para cursar una Maestría en Políticas Públicas en la Escuela de Gobierno Blavatnik de Oxford. Este logro no solo marca un hito en su vida, sino también en la historia del Ecuador y de los Pueblos Indígenas del país.
Raíces que impulsan
Su abuela, quien trabajó en el sistema de hacienda, le inculcó la certeza de que las mujeres indígenas podían liderar. Desde entonces, Sara ha llevado esa visión como brújula, convirtiéndose en la primera mujer de su familia en acceder a la educación superior y, hoy, en abrir nuevas puertas para futuras generaciones.
Identidad e incidencia desde el aula
“El aula se convirtió en un espacio donde podía traer la voz de mi comunidad”, recuerda. Las materias sobre Naciones Unidas, economía política internacional y geopolítica crítica fueron clave para su enfoque profesional, centrado en el diseño de políticas inclusivas y el fortalecimiento de la participación indígena en procesos de toma de decisiones.
Su paso por la USFQ también le permitió vivir una experiencia internacional en St. Norbert College (Wisconsin, EE. UU.), donde fortaleció su liderazgo y profundizó su compromiso con la autodeterminación de los pueblos indígenas.
“Sabía que necesitaba fortalecer mis capacidades en negociación, análisis de políticas públicas e incidencia internacional”, explica. Esa convicción la llevó a postular al programa Chevening, que apoya a líderes emergentes con impacto comunitario. Tras un proceso altamente competitivo, fue seleccionada como una de las pocas admitidas entre más de 100.000 postulantes a nivel global.
Oxford como misión colectiva
“No voy sola”, afirma. “Este logro también pertenece a las generaciones que lucharon por la educación, a las madres que vendieron en las ferias bajo lluvia y sol, a los abuelos que soñaron con un futuro digno para sus nietas”.
Consciente de su rol como referente, Sara sueña con acompañar a más jóvenes indígenas en sus procesos formativos, abrir nuevas rutas de acceso a la educación superior, y consolidar puentes entre lo local y lo global.
Inspiración para nuevas generaciones
Su historia nos recuerda que los sueños individuales cobran más fuerza cuando se convierten en causas colectivas. Y que cada paso que damos desde nuestras raíces puede ser una afirmación de dignidad, excelencia y transformación social.
Una alumna USFQ que hace historia
“En la USFQ aprendí de docentes como Cristen Dávalos, Sofía Zaragocín, Tamara Trownswell y Pedro Silva, quienes cultivaron en mí el pensamiento crítico sin arrancarme de mis raíces”, comparte Sara. También destaca la guía de mentores como Diego Tituaña, exalumno de la USFQ y actual miembro del cuerpo diplomático del Ecuador, referente clave en procesos de diplomacia indígena en las Naciones Unidas. “Más allá de su trayectoria, Diego me ha ofrecido su amistad, apoyo y ejemplo. Él, y otros mentores en mi camino, fueron esa voz que, cuando me sentía menos capaz, me recordaron: ‘sí puedes, no te rindas’”.











Sara’s journey is truly inspiring, a powerful reminder that education is a collective mission rooted in community, resilience, and hope. Wishing her all the best at Oxford and beyond! https://slope2game.io
ResponderEliminarStories like her remind me of the dedication and perserance needed in games like Italian Brainrot Clicker, where steady progress and dêtrmination lead to success.
ResponderEliminar